En el año 1946, los majestuosos escenarios naturales de Michoacán como el Volcán Paricutín se convirtió en el telón de fondo de una película legendaria titulada: “El Capitán de Castilla“. Bajo la dirección de la 20th Century Fox, esta producción cinematográfica capturó la esencia de una época pasada mientras nos sumerge en la historia del noble español Pedro de Vargas, cuyo destino lo llevó a escapar de Europa y enfrentarse al inquisidor Diego de Silva.
Al comienzo de la película se agradece al gobierno mexicano por las facilidades prestadas para la filmación, ya que algunas de las escenas del largometraje se filmaron en Michoacán, el directo Henry King escogió el lugar más impactante que estaban sucediendo en aquella época y se trata del Volcán Paricutín, que estaba en plena erupción durante el rodaje, puesto que el volcán nació en 1943. Este imponente volcán, columna de humo y cenizas, se erigió como un símbolo poderoso de la lucha interna y los desafíos que enfrentaba el protagonista. En varias escenas, el Volcán Paricutín se alzó majestuosamente al fondo, aportando un realismo impresionante y una atmósfera única a la película.
Además del volcán, la película también inmortalizó las tradicionales trojes purépechas, icónicas estructuras de almacenamiento de grano que aún se pueden admirar en la región. Estas trojes originales de la zona aportaron autenticidad y enriquecieron la narrativa histórica con un toque cultural distintivo. Las trojes purépechas, testigos silenciosos de siglos de historia, se convirtieron en parte integral de la película.
Otro de los escenarios naturales que usaron para, “El Capitán de Castilla” y que el directo no pudo resistirse, fue capturar la impresionante belleza de la cascada de La Tzararacua, una maravilla natural también de la zona de Uruapan que enriqueció aún más el lienzo visual de la película. El rugir del agua cayendo con fuerza y la serenidad de los alrededores ofrecieron un contraste poético y mágico para las escenas, agregando un toque especial al relato histórico de Pedro de Vargas, aunque en este caso la cascada fue utilizada para representar una escena de España de donde es el protagonista.
La película nos sumerge en una emocionante aventura que evoca la grandeza de un pasado lejano, al tiempo que celebra la riqueza natural y cultural de Michoacán. “El Capitán de Castilla” nos recuerda que la historia y la naturaleza están intrínsecamente entrelazadas, y que en este rincón de México, estos elementos se funden para crear una experiencia cinematográfica verdaderamente inolvidable.
Te contamos un poco de la trama de “El Capitán de Castilla” gira en torno a Pedro de Vargas, un noble español interpretado por el talentoso Tyrone Power. La historia se sitúa en el siglo XVI, cuando la Inquisición española estaba en pleno apogeo. El protagonista se ve obligado a huir de Europa para escapar de la persecución del inquisidor Diego de Silva, cuyo papel es magistralmente encarnado por el célebre actor John Sutton. Pedro de vargas viaja junto a unos amigos a América, donde se une a la expedición de Hernán Cortés en México. Una vez llega a México, de Vargas cosecha gran éxito derribando con sus hombres al Imperio Azteca. Sin embargo, la calma no dura y su enemigo se acerca.
La película es una adaptación de la novela del mismo nombre, del escritor norteamericano Samuel Shellabarger, publicada en 1945.
Hoy en día, estos paisajes continúa cautivando a visitantes de todo el mundo con su patrimonio histórico y sus tesoros naturales. Y quizás aquellos que conocen la película y que deseen revivir la magia de “El Capitán de Castilla” pueden explorar algunos los escenarios reales que sirvieron de telón de fondo para esta obra maestra del cine.