
Uruapan
Uruapan es sinónimo de fertilidad. Capital mundial del aguacate, se levanta en medio de campos frutales hasta el infinito, entre la exuberancia de Tierra Caliente y la meseta purépecha. Junto al río Cupatitzio, el río que canta, encontraron los nobles indígenas su lugar de descanso. Más tarde, a este lugar de clima privilegiado llegaron los franciscanos a fundar un nuevo pueblo hospital para extender la evangelización a estas tierras. Aquí, en la huatápera, murió Don Vasco.
Fray Juan de San Miguel planeó la ciudad con nueve barrios para acomodar a todos los grupos sociales: españoles, criollos, indígenas, nobles indios, mestizos y negros. En el centro de la ciudad levantó el Hospital Real de la Purísima Concepción, más conocido como la huatápera, que hoy alberga el interesante Museo de Arte y Tradición Indígena. La huatápera, con sus amplios aleros de madera y teja y el inesperado entramado mudéjar de sus ventanas, es visita imprescindible.
La segunda parada obligatoria en Uruapan es la Barranca del Cupatitzio, como se conoce al Parque Nacional Eduardo Ruiz. Senderos idílicos acompañan al río Cupatitzio en su fluir desde su manantial, la Rodilla del Diablo. Un paseo para escuchar el susurrar del río y el canto de los pájaros en un vergel de exuberante vegetación. La escapada perfecta del ajetreo diario.